¡Benditos sean los que no se ofenden!

El poder de la ofensa

Cuando nos sentimos ofendidos, creemos tener la razón moral y nos creemos justificados para condenar al que nos ha ofendido. Esto nos hace inflexibles y obstinados, como una "ciudad fuerte". Sin embargo, la Biblia nos advierte que "un hermano ofendido es más inexpugnable que una ciudad fuerte" (Proverbios 18:19).

¿Qué hacer cuando nos ofenden?

Cuando alguien nos ofende, podemos seguir estas recomendaciones:

  • Recordar que Dios es el principal ofendido: El pecado cometido contra nosotros también afecta a Dios. Él es paciente, pero no esperará eternamente.
  • Ir directamente a la persona: Si la ofensa es legítima, podemos hablar directamente con la persona para tratar de solucionarla (Mateo 18:15).
  • Crucificar la ofensa: Si no es posible reconciliarse, podemos poner la ofensa en la cruz y estar dispuestos a reconciliarnos si Dios lo permite.

El peligro de la ofensa

Ofenderse puede ser un hábito adictivo porque nos da un sentimiento de poder. Nos protegemos con el enfado o la autojustificación, que se disfraza de ofensa. Es más fácil ver a los demás como villanos que reconocer que nuestro dolor puede deberse a nuestras propias inseguridades.

La gloria de la gracia

"El buen juicio hace que uno sea lento para enojarse, y su gloria es pasar por alto una ofensa" (Proverbios 19:11). En lugar de reaccionar impulsivamente, podemos dejar que la razón guíe nuestras emociones. En lugar de acumular ofensas, podemos perdonar y olvidar.

La esperanza en el Evangelio

Dios es el estándar de lo que es correcto y bueno. Como pecadores, podemos confiar en que él juzgará con justicia. Podemos tener buen juicio y ser gloriosamente indiferentes. Podemos dejar de alimentar la falsa sensación de poder que otorga la ofensa y aferrarnos al Evangelio, el poder de Dios para salvar a todos los que creen.

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Preguntas Frecuentes

¿Por qué es destructivo ofenderse?
R: Ofenderse hace a las personas inflexibles y demasiado duras para escuchar apelaciones. Se sienten moralmente superiores y justifican hacer del ofensor un villano.

¿Qué dice la Biblia sobre el poder de la ofensa?
R: Proverbios 18:19 dice que "un hermano ofendido es más inflexible que una ciudad fuerte".

¿Cómo deben responder los cristianos cuando son ofendidos?
R: Siguiendo las instrucciones de Jesús, deben ir directamente a la persona y tratar de reconciliarse (Mateo 18:15). Si no tienen éxito, pueden dejar de lado la ofensa en la cruz.

¿Qué pasa si la ofensa no es intencional o discernible?
R: Tomar la ofensa es como una droga poderosa que da poder. Es más fácil ver a los ofensores como villanos que reconocer que el dolor a menudo se debe a inseguridades.

¿Qué dice Proverbios sobre la sabiduría y la gloria al lidiar con ofensas?
R: Proverbios 19:11 dice que "el buen sentido hace lento para la ira, y es su gloria pasar por alto una ofensa".

¿Cómo pueden los cristianos ser "inofendibles"?
R: Asumiendo lo mejor de los demás, confiando en el juicio perfecto de Dios y poniendo su esperanza en la salvación de Dios, que es el poder para la salvación.

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