Tu padre celestial, tu protector
El Salmo 103 nos recuerda que Dios es nuestro Padre celestial, lleno de compasión y amor por quienes lo temen. Así como un padre humano ama y cuida a sus hijos, Dios nos muestra su amor y misericordia. El versículo 13 dice: “Como el padre se compadece de sus hijos, se compadece el Señor de los que le temen”.
Su amor eterno
El amor de Dios se extiende a lo largo de las generaciones. El versículo 17 declara que “La misericordia del Señor es desde la eternidad y hasta la eternidad para los que le temen”. Esto significa que su amor y bondad nos acompañan siempre, brindándonos consuelo y protección.
Su justicia y misericordia
Dios es justo y recto, pero también es misericordioso y perdonador. No nos trata según nuestros pecados, sino que nos ofrece redención y perdón. Los versículos 10-12 dicen: “No nos trata conforme a nuestros pecados, ni nos paga según nuestras iniquidades. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen; cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.
Nuestras vidas fugaces
En contraste con el amor eterno de Dios, nuestras vidas son como el pasto, que florece y se desvanece rápidamente. El versículo 15 dice: “El hombre, como la hierba son sus días; florece como la flor del campo”. Sin embargo, el versículo 17 nos asegura que la justicia de Dios permanece para nuestros descendientes si ellos “guardan su pacto y se acuerdan de cumplir sus mandamientos”.
Bendice al Señor
El Salmo comienza y termina con una exhortación a bendecir al Señor. Bendecirlo significa alabarlo y agradecerle su bondad y amor. El versículo 1 dice: “Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser su santo nombre”.
El ejemplo de los padres
Los padres tienen un papel crucial en enseñar a sus hijos sobre el amor y la misericordia de Dios. Al bendecir al Señor y mostrar agradecimiento por su bondad, los padres pueden inspirar a sus hijos a hacer lo mismo. El versículo 13 nos recuerda que “Como el padre se compadece de sus hijos, se compadece el Señor de los que le temen”.
Preguntas Frecuentes
¿Por qué es importante bendecir al Señor?
Porque hablar bien de su grandeza y bondad es un acto que debe venir del alma, sin hipocresía, para honrarle tanto con los labios como con el corazón.
¿Cómo puedo bendecir al Señor con mis hijos?
Hablando y cantando sobre su bondad y grandeza, expresando gratitud por su soberanía, justicia y misericordia, y reconociendo que él perdona todas nuestras iniquidades.
¿Qué beneficios trae bendecir al Señor?
Fortalece nuestra relación con Dios, nos hace más conscientes de su amor y gracia, y nos ayuda a enfocar nuestras vidas en lo que realmente importa.
¿Cómo se relaciona la paternidad con bendecir al Señor?
Al mostrar compasión y amor a nuestros hijos, reflejamos la paternidad de Dios y brindamos un modelo para que ellos aprendan a temerle, guardar su pacto y obedecer sus mandamientos.
¿Qué papel juegan los ángeles y las huestes celestiales en bendecir al Señor?
Junto con todas las obras de Dios, también los ángeles y las huestes celestiales son llamados a bendecir al Señor, reconociendo su autoridad y haciendo su voluntad.