¡Basta de Mañana! Descubre el Poder de Superar la Procrastinación

¡El Truco de Mañana: Una Ilusión Traicionera!

Quienes solemos posponer las cosas, encontramos en "mañana" una palabra mágica. Con un simple "mañana", los platos sucios desaparecen, las conversaciones difíciles se desvanecen y los correos electrónicos se esconden. ¡Qué maravilloso puede ser enviar las molestias de hoy al limbo del mañana, y qué dispuesto está el mañana a recibirlas! Podríamos ocuparnos de esas responsabilidades hoy, pero ¿para qué, si siempre está el mañana?

La Sabiduría del Hoy y el Mañana

Hoy y mañana. Muchos problemas surgen cuando no distinguimos estos dos días correctamente.

"Si una tarea desagradable es una espina, el mañana no la convertirá en una rosa".

Por ejemplo, la preocupación. "No se angustien por el mañana", dijo Jesús a una multitud preocupada, "porque el mañana traerá su propia angustia. Basta con las preocupaciones de cada día" (Mateo 6:34). Dios nos llama a vivir dentro de este límite de 24 horas llamado hoy, pero los preocupados intentan alcanzar el mañana y arrastrar algunos de sus problemas. ¿La respuesta de Jesús? Retira tu mano del mañana; hoy tiene suficientes problemas propios.

Los procrastinadores, por supuesto, hacen lo contrario. En lugar de traer los problemas del mañana al hoy, empujan los problemas del hoy al mañana, quizás con la esperanza de que desaparezcan. A lo que Jesús podría responder con un consejo similar: "El mañana tendrá suficientes problemas sin que tú añadas más. Ocúpate de los problemas de hoy hoy; ocúpate de los problemas del mañana mañana".

La Fuerza para Hoy y la Cosecha del Mañana

¿Por qué algunos agitamos la varita del mañana con tanta frecuencia? A menudo, porque sentimos que hoy no tenemos lo que hace falta. No tenemos energía para limpiar el baño hoy. No nos sentimos motivados para escribir el informe hoy. No sentimos una chispa interior para trabajar creativamente hoy. Tal vez oremos por fuerza; tal vez no. De cualquier manera, finalmente rechazamos todo con un "Mañana".

En esos momentos, cuando miramos una tarea desagradable y no sentimos fuerzas para hacerla, podemos olvidar que Dios a menudo da fuerza solo cuando empezamos a hacerla. El río Jordán se detuvo solo cuando los sacerdotes entraron (Josué 3:13). El aceite de la viuda fluyó solo cuando ella lo vertió (2 Reyes 4:1-6). Los diez leprosos fueron sanados solo cuando se alejaron de Jesús (Lucas 17:11-14). Y a menudo, Dios obra su fuerza dentro de nosotros solo cuando (y no antes) empezamos a trabajar (Filipenses 2:12-13).

Los cristianos trabajadores, observó J.I. Packer,

esperan ayuda de Dios en los problemas de cada día, fuerza de Dios para la obediencia en las tareas de cada día... Descubren que la fuerza misma de sus expectativas de ser ayudados es utilizada por el Espíritu para darles energía para "seguir adelante" en las aburridas rutinas de cada día. (Keep in Step with the Spirit, 108-9)

Algunos esperan trabajar hasta sentirse fuertes; otros se ponen a trabajar esperando fortalecerse. Estos últimos saben que la energía para llevar a cabo tareas desagradables viene a los que esperan, a los que responden al "no tener ganas" con una oración sincera y la cabeza en alto. La gracia de hoy será suficiente para los problemas de hoy, incluso si esa gracia aún no ha llegado. Por eso, cuando nos enfrentamos a un deber desagradable y sentimos nuestra debilidad interior, los sabios aprenden a decir: "No mañana, hoy", confiando en que la ayuda está en camino.

El libro de Proverbios sitúa la procrastinación en el contexto de la cosecha: "El perezoso no ara en otoño; buscará en la cosecha y no tendrá nada" (Proverbios 20:4). A nuestro procrastinador interior le encanta el mañana, pero solo porque no ve el mañana con claridad. Si lo hiciera, se daría cuenta de la cosecha venidera y sabría que la siesta de hoy podría ser el campo estéril del mañana. En otras palabras, cosechamos mañana lo que sembramos hoy.

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Preguntas Frecuentes

¿Por qué es perjudicial procrastinar?

Procrastinar envía las tareas indeseables de hoy a un mañana indefinido, creando una falsa ilusión de alivio. Sin embargo, las tareas no desaparecen, sino que se acumulan, creando una carga más pesada para el futuro.

¿Cómo podemos vencer la procrastinación?

Reconociendo que la fuerza a menudo viene después de comenzar una tarea, confiando en la gracia de Dios para el día de hoy y recordando que cosechamos lo que sembramos.

¿Cómo nos ayuda la fe a superar la procrastinación?

Dios promete fortalecer a su pueblo para las tareas de cada día. También nos recuerda que vivimos en un mundo caído donde las tareas indeseables son inevitables, pero que al abrazarlas glorificamos a Dios.

¿Qué papel juega el mañana en la procrastinación?

El mañana puede parecer un refugio seguro para las tareas indeseables, pero es una ilusión. Las tareas siguen siendo difíciles en el futuro, y posponerlas solo acumula más problemas y pérdida potencial de bendiciones.

¿Cómo podemos discernir entre preocupaciones válidas y procrastinación?

Las preocupaciones válidas surgen de circunstancias reales y requieren planificación y acción. La procrastinación, por otro lado, es el intento de evadir tareas indeseables posponiéndolas indefinidamente.

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