¡Bajo la protección del Altísimo!
Refugio y protección en Dios
El Salmo 91 es un canto de alabanza y confianza en Dios. El salmista declara que quien mora en la presencia del Altísimo, bajo la sombra del Omnipotente, encuentra refugio y protección. Confiesa que Dios es su lugar seguro, su fortaleza y en Él se siente a salvo.
Dios nos libra de los peligros ocultos, de las trampas y los males que acechan en la oscuridad. Nos cubre con sus alas protectoras, nos mantiene seguros y a salvo. No debemos temer los peligros de la noche ni las amenazas del día.
Protección sobrenatural
El salmista afirma que aunque otros caigan a nuestro alrededor, nosotros permaneceremos ilesos. La protección de Dios es tan poderosa que incluso las enfermedades y los desastres no podrán alcanzarnos. Podemos permanecer tranquilos y confiados, observando cómo los malvados perecen mientras nosotros estamos protegidos.
Dios ha ordenado a sus ángeles que nos guarden en todos nuestros caminos. Son como una escolta celestial que nos guía y protege. Incluso cuando tropezamos, los ángeles nos sostienen para que no caigamos.
Promesas de liberación y bendición
Dios nos promete que si confiamos en Él, nos librará de cualquier problema. Nos cuidará y bendecirá si reconocemos y confiamos en su poder. Cuando lo invocamos, Él responde y está a nuestro lado en tiempos de adversidad.
Dios nos promete una vida larga y plena, llena de salvación y bendiciones. Su protección nos proporciona paz y seguridad, sabiendo que estamos bajo su cuidado amoroso.
Preguntas Frecuentes
¿Quién es protegido bajo la sombra del Todopoderoso?
Los que se sientan en la presencia del Altísimo y pasan la noche en la sombra de Shaddai (v. 1).
¿Cuáles son algunos de los peligros de los que se protege a los protegidos?
Tramas ocultas, desastres, enfermedades, violencia e incluso animales salvajes (vv. 3-6).
¿Qué tan seguros están los protegidos?
Están perfectamente seguros bajo la protección de los brazos de Dios (v. 4). Incluso cuando otros caen a su alrededor, ellos permanecen ilesos (v. 7).
¿Quién es el refugio y el hogar de los protegidos?
Dios, el Altísimo (vv. 9, 10).
¿Qué papel juegan los ángeles en la protección de los protegidos?
Son enviados por Dios para guardarlos y evitar que tropiecen o caigan (v. 12).
¿Qué promesas hace Dios a los que confían en él?
Los librará de problemas, los cuidará, responderá a sus llamadas y les dará una vida larga y salvación (vv. 14-16).