¡Alabemos al Señor y recordemos sus maravillas para con Israel!
El pacto eterno del Señor
El Señor, nuestro Dios, ha establecido un pacto inquebrantable con su pueblo. Este pacto, hecho con Abraham, Isaac y Jacob, les prometía la tierra de Canaán como su herencia especial. A pesar de las tribulaciones y la opresión que enfrentaron, el Señor siempre ha permanecido fiel a su promesa.
La protección divina en medio de la adversidad
Aunque los israelitas eran pocos y extranjeros en Canaán, el Señor los protegió de sus enemigos. Advirtió a los reyes que no los tocaran, y cuando la tierra sufrió una hambruna, envió a José a Egipto para que los proveyera de alimento.
La liberación de Egipto
El Señor llamó a Moisés y Aarón para liberar a los israelitas de la esclavitud en Egipto. A través de milagrosas señales y prodigios, el Señor demostró su poder y derrotó a los egipcios. Condujo a su pueblo fuera de Egipto, cargados de riquezas y libres de la opresión.
El cuidado providencial en el desierto
Durante su viaje por el desierto, el Señor protegió y proveyó para los israelitas. Les dio una nube como sombra, un fuego para iluminar la noche, carne para comer y maná para su sustento. Abrió una roca para darles agua, cumpliendo su promesa a Abraham.
La herencia prometida
El Señor les dio a los israelitas las tierras de las naciones paganas, cumpliendo el pacto que había hecho con sus antepasados. Los bendijo con abundantes cosechas y prosperidad, instándolos a seguir sus mandamientos y obedecer su ley.
Recordemos las maravillas que el Señor ha realizado para con su pueblo, Israel. Su fidelidad a su pacto, su protección en medio de la adversidad, su liberación del cautiverio y su provisión providencial demuestran su amor y cuidado inquebrantables. Alabemos al Señor y reconozcamos su grandeza, pues él es digno de toda nuestra gratitud y adoración.
¿Por qué debemos agradecer y proclamar la grandeza del Señor?
El Señor merece nuestra gratitud y alabanza por sus maravillosas obras, milagros y justicia.
¿Cómo podemos exaltar al Señor?
Exultando en su santo nombre y regocijándonos en nuestra adoración.
¿Por qué es importante buscar al Señor y su fuerza?
Porque nos permite experimentar su presencia y protección, y nos empodera para hacer su voluntad.
¿Qué nos recuerda el recordar las maravillas del Señor?
Nos recuerda su fidelidad, poder y cuidado por su pueblo.
¿Cómo demostró el Señor su justicia en la tierra?
Interviniendo en los asuntos humanos, protegiendo a su pueblo y castigando a sus enemigos.
¿Cuál es el pacto que el Señor hizo con su pueblo?
Darles la tierra de Canaán como su posesión eterna.
¿Cómo protegió el Señor a su pueblo en la tierra de Canaán?
Advirtiendo a los reyes contra su opresión y sustrayéndolos de las hambrunas.
¿Cómo intervino el Señor en la vida de José?
Lo vendió como esclavo, lo protegió en prisión y lo elevó a una posición de autoridad en Egipto.
¿Por qué llamó el Señor una hambruna a Egipto?
Para preparar el camino para la llegada de Israel y el cumplimiento de sus promesas.
¿Cómo demostró el Señor su poder sobre Egipto?
Convirtiendo el agua en sangre, enviando plagas y matando a los primogénitos.
¿Cómo guió y protegió el Señor a su pueblo al salir de Egipto?
Proporcionándoles una nube como cobertura, un fuego para iluminar la oscuridad, alimentos del cielo y agua de una roca.
¿Por qué dio el Señor a su pueblo las tierras de las naciones paganas?
Para que pudieran obedecer sus decretos y vivir en armonía con su voluntad.