Acerquémonos al trono de la gracia con plena confianza
Jesús, nuestro gran sumo sacerdote
En el libro de Hebreos, se nos revela que tenemos un gran sumo sacerdote que ha ascendido a los cielos, Jesucristo, el Hijo de Dios. Al contrario de los sumos sacerdotes del Antiguo Testamento, que eran imperfectos y necesitaban ofrecer sacrificios por sus propios pecados, Jesús es perfecto y ha ofrecido un sacrificio único y suficiente por los pecados de todos los que creen en él.
La compasión de Jesús
A pesar de su elevada posición, Jesús no está distante de nuestras luchas. Ha experimentado todas las tentaciones que nosotros enfrentamos, pero nunca pecó. Por lo tanto, comprende nuestras debilidades y puede simpatizar con nuestro sufrimiento.
Confianza en la presencia de Dios
Debido a que Jesús es nuestro sumo sacerdote vivo y compasivo, podemos acercarnos a Dios con plena confianza. No necesitamos temer el juicio o el rechazo, porque Jesús ya ha intercedido por nosotros y nos ha hecho aceptables ante Dios.
Recibamos gracia y ayuda
En el trono de la gracia, encontramos no solo misericordia sino también gracia para ayudarnos en tiempos de necesidad. Todos necesitamos apoyo y guía en nuestras vidas, y en Jesús tenemos un ayudante dispuesto que nos brinda el auxilio que necesitamos.
Acerquémonos al trono de la gracia con plena confianza, sabiendo que tenemos un sumo sacerdote perfecto y compasivo en Jesucristo. En él, encontraremos misericordia, gracia y la ayuda que necesitamos para vencer las tentaciones, sobrellevar las pruebas y vivir una vida que agrada a Dios.
Preguntas Frecuentes
¿Por qué Dios tardó tanto en enviar a Jesús?
Dios había planeado la venida de Jesús para morir por nuestros pecados desde antes de la creación. También gobierna la historia y cumple sus planes sin dificultades. La historia de Israel y el Antiguo Testamento proporcionaron un contexto para entender el papel de Jesús como nuestro Sumo Sacerdote.
¿Qué significa que Jesús es un Sumo Sacerdote?
En el Antiguo Testamento, los sumos sacerdotes ofrecían sacrificios a Dios por los pecados del pueblo. Jesús es nuestro Sumo Sacerdote perfecto y final porque es el Hijo de Dios, vive para siempre y tiene acceso directo a Dios en el cielo.
¿Cómo nos ayuda el sacerdocio de Jesús?
El sacerdocio de Jesús nos da esperanza, ya que tenemos un intercesor vivo y compasivo ante el trono de Dios. Podemos acercarnos a Dios con confianza, sabiendo que él es misericordioso y nos dará gracia para ayudarnos en nuestras necesidades.
¿Por qué es importante que Jesús fuera tentado?
Aunque Jesús nunca pecó, fue tentado como nosotros. Esto significa que comprende nuestras debilidades y puede simpatizar con nuestras luchas.
¿Cómo podemos acceder a la ayuda y la gracia de Dios?
Podemos acceder a la ayuda y la gracia de Dios confiando en Jesús como nuestro Sumo Sacerdote. Debemos acercarnos a Dios a través de él, sabiendo que él es un trono de gracia que ofrece misericordia y ayuda para nuestras necesidades.