6 Cosas que la sumisión NO es
Mito 1: La sumisión implica estar de acuerdo con todo
Falso. La sumisión no significa aceptar ciegamente las opiniones del marido, incluso en temas cruciales como la fe cristiana. La mujer tiene una mente propia y debe discernir con sabiduría.
Mito 2: La sumisión requiere "dejar el cerebro en el altar"
Falso. La sumisión no implica renunciar a la capacidad de pensar ni a la opinión propia. El matrimonio es una unión de iguales donde ambas partes deben valerse de sus mentes y talentos.
Mito 3: La sumisión significa vivir con miedo
Falso. La sumisión no es sinónimo de miedo o coacción. La mujer sumisa tiene confianza en sí misma y en su capacidad para influir positivamente en su marido.
Mito 4: La sumisión implica priorizar la voluntad del marido sobre la de Cristo
Falso. La sumisión ante el marido no anula la sumisión ante Cristo. Si se produce un conflicto, la mujer debe elegir seguir la voluntad de Dios.
Mito 5: La sumisión exige recibir toda la fuerza espiritual del marido
Falso. La sumisión no implica depender únicamente del marido para el apoyo espiritual. La mujer tiene su propia relación con Dios y encuentra fuerza en Él.
Mito 6: La sumisión consiste en no intentar influir en el marido
Falso. La sumisión no significa renunciar al deseo de cambiar o influir en el marido. El objetivo es guiarlo hacia una vida más plena y conforme a la voluntad de Dios.
Preguntas frecuentes sobre el sometimiento según 1 Pedro 3:1-6
¿Qué NO es el sometimiento según 1 Pedro 3:1-6?
- No es estar de acuerdo en todo.
- No es dejar de usar el cerebro.
- No es vivir o actuar con miedo.
- No es evitar influir o cambiar al esposo.
- No es anteponer la voluntad del esposo a la voluntad de Cristo.
- No es obtener toda la fuerza espiritual a través del esposo.