¡Un Llamado a Reinados!
El entrenamiento de reyes y reinas
En la historia "El caballo y su niño", de C.S. Lewis, el protagonista, Shasta, descubre sus orígenes reales como príncipe. Al igual que Shasta, los cristianos son llamados a un reinado en proceso de entrenamiento.
Preparándose para gobernar
La Biblia revela nuestra naturaleza real como futuros gobernantes. Pablo, en 1 Corintios 6, nos recuerda que los santos están destinados a "juzgar al mundo" y "juzgar a los ángeles". Este llamado celestial sirve como base para la ética cristiana.
El modelo de los reyes del Antiguo Testamento nos guía en la preparación para nuestro reinado. Debemos aprender de sus aciertos y errores, evaluándolos según la ley de Dios. La humildad es esencial, como se destaca en Deuteronomio 17.
Un rey verdadero en acción
En el Nuevo Testamento, encontramos un modelo perfecto en Jesucristo. Su vida de humildad y servicio es el camino a seguir para los que reinarán con él. Al imitar a Cristo, nos preparamos para cumplir nuestro destino divino.
Aprendiendo a servir
El entrenamiento para reinar implica aprender a servir. Esto significa abandonar las malas cualidades y cultivar virtudes como la compasión, la humildad y la paciencia. Así nos vestimos con el "hombre nuevo", reflejando la imagen de Dios y preparándonos para nuestro futuro reinado.
La recompensa eterna
El servicio fiel nos capacita para un "peso eterno de gloria" (2 Corintios 4:17). Al estar dispuestos a servir con Cristo, nos preparamos para el juicio del mundo y el reinado eterno. Recuerda, como cristianos, somos reyes y reinas en entrenamiento, llamados a un destino glorioso.
Preguntas Frecuentes
¿Shasta sabía que era un rey en entrenamiento?
No, Shasta no sabía que era un rey en entrenamiento.
¿Cuál es nuestro propósito original según la Biblia?
Tener dominio sobre la creación (Génesis 1:26).
¿Con qué debemos compararnos para evaluar nuestro comportamiento?
Con la Ley de Dios, tal como se muestra en la vida de los reyes y gobernantes del Antiguo Testamento (Deuteronomio 17:19-20).
¿Cómo podemos imitar a Cristo como reyes?
Humillándonos, sirviendo a los demás y poniendo a un lado los comportamientos pecaminosos (Colosenses 3:8-13).
¿Por qué es importante que entrenemos para reinar sirviendo?
Porque servir a los demás es la única manera de prepararnos para cumplir el papel que Dios nos dio en la creación y para juzgar al mundo y a los ángeles (1 Corintios 6:2-3).