Cómo predicar desde el poder del Espíritu Santo

Predicar es una tarea que trasciende las capacidades humanas y solo es posible mediante el poder del Espíritu Santo. En este artículo, exploraremos cómo predicar en el poder que no es nuestro, un concepto fascinante si lo pensamos bien.

La oración sincera

El primer paso es reconocer nuestra incapacidad. No nos centramos en las habilidades naturales, sino en la verdad de que "el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente" (1 Corintios 2:14).

El poder de la promesa

La Escritura dice: "La palabra de la cruz es locura para los que se pierden, pero para nosotros que somos salvos, es poder de Dios" (1 Corintios 1:18). El centro del mensaje es que Cristo, crucificado y resucitado, es incomprensible y absurdo.

Un milagro en ciernes

Predicar es un milagro en sí mismo, un acto de Dios Todopoderoso a través del Espíritu, la Palabra y la fe. El Espíritu Santo hace lo siguiente:

  • Levanta a los espiritualmente muertos (Efesios 2:5-6)
  • Transforma nuestros corazones (Ezequiel 36:26)
  • Revela la verdad de Cristo (Mateo 16:17)
  • Ilumina los ojos del corazón (Efesios 1:18)
  • Nos transforma a la imagen de Cristo (2 Corintios 3:18)

El trabajo de Dios y el nuestro

Debemos comprender las declaraciones paradójicas de la Biblia, como "ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí" (Gálatas 2:20). El predicador se convierte en el medio por el cual el Espíritu Santo obra milagros, trayendo revelación, gozo y testimonio.

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Cómo trabajar duro y depender de Dios

Durante más de 40 años, el autor ha empleado un acrónimo llamado A.P.T.A.T. para guiar su predicación:

  • Admite tu incapacidad.
  • Pide la ayuda que necesitas.
  • Trusta en la promesa de Dios de darte lo que necesitas.
  • Actúa en esa fe.
  • Thank him cuando hayas terminado.

El poder de la confianza

El paso crucial es la confianza, ya que es a través de ella que el Espíritu Santo se derrama. Cuando oímos una promesa con fe, el Espíritu actúa. Por lo tanto, memorizar versículos como Isaías 41:10, Filipenses 4:19 y 2 Corintios 9:8 proporciona un ancla para nuestra confianza.

Predicar en el poder del Espíritu Santo es un camino que implica admitir nuestra incapacidad, orar por ayuda, confiar en las promesas de Dios y actuar en esa fe. Al hacerlo, nos convertimos en instrumentos para que el Espíritu Santo obre milagros en los corazones de las personas, trayendo revelación, gozo y transformación.

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedo predicar en el poder del Espíritu Santo si es algo imposible humanamente?

El predicador no hace nada por sí mismo, sino que se apoya en el poder del Espíritu Santo, quien obra milagrosamente en el sermón para que la gente vea, saboree y muestre a Cristo.

¿Qué se necesita para que el predicador sea un medio para que el Espíritu Santo obre milagros?

El predicador debe admitir su impotencia, orar por ayuda, confiar en las promesas de Dios, actuar con fe y agradecer al Señor después del sermón.

¿Cómo se practica el primer paso (admitir la impotencia)?

Antes de predicar, el predicador debe reconocer su dependencia de Dios y pedir su ayuda, como hizo el apóstol Pablo en Gálatas 2:20.

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¿Cómo se practica el segundo paso (orar por ayuda)?

El predicador debe pedir al Señor que le ayude con sus necesidades específicas, como la claridad mental, la pasión por el mensaje y la compasión por los oyentes.

¿Cómo se practica el tercer paso (confiar en las promesas)?

El predicador debe creer en las promesas específicas de Dios, como Isaías 41:10 ("No temas, porque yo estoy contigo") y Filipenses 4:19 ("Mi Dios suplirá todas sus necesidades según sus riquezas en gloria en Cristo Jesús").

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