El Demonio Gadareno: Curación y Misterio
La liberación del hombre poseído
En la orilla occidental del Mar de Galilea, un hombre atormentado por una legión de demonios encontró su salvación en el encuentro con Jesús. Residiendo en medio de tumbas, este individuo encadenado sufría un tormento incesante, rompiendo grilletes y autolesionándose. Cuando Jesús se acercó, el hombre poseído lo reconoció como el "Hijo del Dios Altísimo" y suplicó su liberación.
La expulsión de los demonios
Respondiendo a la petición del hombre, Jesús ordenó a los demonios que lo abandonaran. Los espíritus malvados respondieron con pánico, rogando no ser enviados lejos. En ese momento, una manada de cerdos pastaba en la ladera cercana. Los demonios suplicaron entrar en esos animales, y Jesús les concedió su petición. Inmediatamente, los demonios abandonaron el hombre y poseyeron a los cerdos, que se lanzaron al lago y se ahogaron.
El asombro de la multitud
La curación del hombre poseído asombró a la multitud. El que antes estaba atormentado ahora estaba sano y en su sano juicio. Sin embargo, los habitantes del pueblo, temerosos de las consecuencias de la presencia de Jesús, le pidieron que se fuera. El hombre curado, ansioso por compartir su historia, partió para proclamar las obras de Jesús en la región de Decápolis.
La fe de la mujer que tocó el manto
Mientras Jesús cruzaba el lago de regreso a Cafarnaúm, se encontró con una mujer que había sufrido de hemorragia durante doce años. Había gastado toda su fortuna en médicos sin encontrar alivio. Al acercarse a Jesús en medio de la multitud, tocó su manto con fe, creyendo que su toque la sanaría.
La curación por la fe
Instantáneamente, la hemorragia de la mujer se detuvo. Jesús, sintiendo el poder curativo que había salido de él, preguntó quién había tocado su manto. A pesar de las dudas de sus discípulos, la mujer se presentó temblando y confesó su acto. Jesús la elogió por su fe y le aseguró que su sufrimiento había terminado.
La resurrección de la hija de Jairo
Mientras Jesús hablaba con la mujer curada, llegaron mensajeros con noticias desgarradoras: la hija de Jairo, un líder de la sinagoga, estaba muerta. Pero Jesús alentó a Jairo a tener fe y lo acompañó a su casa. Ante las burlas de la multitud, Jesús entró en la habitación de la niña y la tomó de la mano, diciendo: "¡Niña, levántate!". Inmediatamente, la niña de doce años se levantó y caminó, asombrando a todos los presentes.
¿Por qué Jesús permitió que los demonios entraran en los cerdos?
Según el texto, Jesús permitió que los demonios entraran en los cerdos porque los espíritus le rogaban que no los enviara a un lugar lejano.
¿Cómo reaccionó la gente que vio al hombre poseído por el demonio después de ser sanado?
La gente que vio al hombre poseído por el demonio después de ser sanado se sorprendió y tuvo miedo.
¿Por qué Jairus se arrodilló a los pies de Jesús?
Jairus se arrodilló a los pies de Jesús porque le rogó que sanara a su hija que estaba muriendo.
¿Cómo se dio cuenta Jesús de que alguien lo había tocado?
Jesús se dio cuenta de que alguien lo había tocado porque sintió que había salido poder sanador de él.
¿Qué le dijo Jesús a la mujer que había tocado su manto?
Jesús le dijo a la mujer que había tocado su manto: "Hija, tu fe te ha sanado. Vete en paz. Tu sufrimiento ha terminado."