¿Qué es el amor y qué no es?
El amor verdadero trasciende los límites
El amor no es solo un concepto vago o una etiqueta que se aplica a todo. Tiene una identidad, un nombre y una personalidad: Dios. Solo aquellos que conocen al verdadero Dios pueden amar, porque Él es el amor mismo.
Lo que el amor no es
El apóstol Pablo nos ayuda a entender qué no es el amor en 1 Corintios 13:
1. El servicio no es amor
Los dones espirituales no son un indicador seguro de amor. Podemos tener grandes habilidades, pero aún carecer del amor que se desborda de la alegría en Dios y satisface las necesidades de los demás.
2. El conocimiento no es amor
El conocimiento y la comprensión no son suficientes. El conocimiento sin amor puede enorgullecernos y vaciar nuestros corazones.
3. Dar no es amor
Podemos hacer grandes sacrificios por diversas razones, pero si no se basan en la alegría en Dios, no son amor. Nuestros motivos para dar, servir y sacrificarnos pueden estar impulsados por deseos egoístas.
4. Creer no es amor
Incluso una fe fuerte no es garantía de amor. Alguien puede tener fe para mover montañas, pero si no ama, no es nada. La fe genuina no solo cree en cosas grandiosas, sino que busca conocer y disfrutar a Dios, y su amor se derrama sobre los demás.
El privilegio del amor
El amor genuino es un privilegio inestimable. Aquellos que aman demuestran que conocen y son amados por Dios. Cuando nos amamos unos a otros, Dios infunde las maravillas de su propio corazón en nuestro mundo. Sin amor, somos y ganamos nada. Sin embargo, cuando caminamos en amor, ganamos más de Dios y nos volvemos más como Él, ofreciendo un amor verdadero a un mundo cuyo Dios es amor.
¿Quién puede amar?
Según el texto, solo aquellos que conocen al único Dios verdadero pueden amar, porque Dios es amor.
¿Qué no es amor?
El texto identifica cuatro cosas que no son amor:
- Servir sin amor
- Saber sin amor
- Dar sin amor
- Creer sin amor
¿Por qué es importante el amor?
El amor es el mayor privilegio en la tierra. Cuando amamos a otros, estamos extendiendo el corazón de Dios y haciéndonos más como Él. Sin amor, no podemos experimentar verdaderamente a Dios ni hacer una diferencia en el mundo.