¿Puede un alma espiritualmente muerta anhelar a Dios?
Definamos la muerte espiritual
Cuando hablamos de "muerte espiritual", nos referimos a un alma que no ha sido vivificada por el Espíritu Santo. Según la Biblia, una persona espiritualmente muerta no puede anhelar verdaderamente a Dios en el sentido de desearlo por quien es.
El alma muerta es activa
Aunque se la considere muerta, el alma humana es capaz de una gran actividad. Puede desear, elegir y actuar según su naturaleza carnal. Participa en acciones pecaminosas, influenciada por el mundo y los poderes espirituales malignos.
Anhelos verdaderos, pero no para el verdadero Dios
El alma muerta tiene anhelos y deseos, pero no son para el verdadero Dios. Puede anhelar algo más allá de este mundo, pero no reconoce ni busca al Dios verdadero. Cuando se revela la naturaleza del Dios real, el alma muerta suprime ese conocimiento, a menos que el Espíritu Santo intervenga.
Un alma espiritualmente muerta no puede anhelar verdaderamente al verdadero Dios porque no puede verlo ni desearlo por quien es. Sus anhelos se centran en un dios falso que crea para satisfacer sus propios deseos. Solo a través del nuevo nacimiento espiritual, que viene por la obra del Espíritu Santo, puede el alma encontrar un anhelo por el Dios verdadero.