¿Profetas, sacerdotes y reyes en el hogar?

El llamado de los maridos cristianos

En medio del caos actual, es crucial que los hombres de Dios cuiden de sus hogares. La tentación de ignorar lo que sucede dentro de nuestras paredes puede ser fuerte, pero es esencial recordar que nuestros hogares son objetivos de ataques impíos. Los intentos de redefinir el matrimonio, la masculinidad y la feminidad apuntan a la raíz de la familia cristiana.

Regresando al camino antiguo

Fortalezcamos nuestras iglesias y ayudemos a la cultura volviendo al camino antiguo: el de la adoración en nuestros hogares. Los hombres piadosos deben liderar el camino.

El papel del hombre en el hogar

El clima espiritual del hogar está influenciado por el hombre. Si es indiferente, transmite un espíritu de indiferencia. Si es ardiente por el Señor, incluso los hijos más antagónicos sentirán su influencia.

Tres roles: profeta, sacerdote y rey

Para guiar a nuestras familias, podemos utilizar las categorías bíblicas de profeta, sacerdote y rey:

Profeta

Los padres cristianos deben hablar las palabras de Dios a sus familias, exhortando, alentando e instruyendo a sus hijos a vivir una vida digna de Dios.

Sacerdote

Como sacerdotes en nuestros hogares, podemos interceder por nuestras familias ante Dios. Podemos derramar nuestras almas en oración por ellos, nuestras iglesias, nuestra nación y el mundo perdido.

Rey

Dios ha designado al hombre para liderar, proveer y defender a quienes están bajo su cuidado. Debe tomar decisiones para su familia, considerando sus perspectivas y guiándolos en el camino de Cristo.

Equilibrio en los roles

Es fácil centrarse en nuestras fortalezas e ignorar nuestras debilidades. Sin embargo, cada rol es esencial.

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Advertencia para los profetas

Enseñar la Palabra de Dios sin orar ni gobernar puede resultar en una falta de poder espiritual y respeto en el hogar.

Advertencia para los sacerdotes

Orar mucho pero no liderar ni instruir puede conducir a oraciones superficiales y exhortaciones débiles.

Advertencia para los reyes

Gobernar sin profetizar ni ser sacerdote lleva a hogares espiritualmente empobrecidos.

El valor de la adoración familiar

La adoración familiar es una excelente manera de ejercer los roles de sacerdote y profeta. Puede implicar oración, lectura de las Escrituras, compartir pensamientos e incluso cantar cánticos de alabanza.

Las familias piadosas son esenciales para la sociedad y la iglesia. Los hombres tienen el llamado divino de ser líderes como Cristo en sus hogares, utilizando las palabras de Dios, sus rodillas y su autoridad para cuidar de las almas inmortales que les han sido confiadas.

¿Cuáles son las tres categorías de liderazgo espiritual dentro del hogar cristiano?

  • Profeta: Habla la palabra de Dios sobre la familia.
  • Sacerdote: Intercede por la familia ante Dios.
  • Rey: Gobierna, defiende y provee para la familia.

¿Cuáles son los peligros de enfatizar un rol mientras se descuidan los demás?

Profeta:
Falta de unción en la enseñanza.
Pérdida de respeto en el hogar.

Sacerdote:
Oraciones menos efectivas.
Descuido de las necesidades prácticas de la familia.

Rey:
Hogar espiritualmente empobrecido.
Debilitamiento de la fortaleza espiritual personal.

¿Cómo se puede practicar eficazmente cada uno de estos roles?

Profeta:
Leer y compartir las Escrituras con la familia.
Exhortar, animar e instruir a los miembros de la familia.

Sacerdote:
Orar por la familia tanto en privado como en familia.
Llevar las preocupaciones de la familia a Dios.

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Rey:
Tomar decisiones para el bien de la familia.
Proveer y proteger a la familia.
Realizar tareas no atractivas, como el arrepentimiento y la confesión.

¿Cuál es el propósito de la adoración familiar?

  • Ejercitar los roles de sacerdote y profeta.
  • Orar, leer y compartir las Escrituras juntos.
  • Fortalecer la unidad y la espiritualidad familiar.

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