¿Qué significa "dejar ir y dejar a Dios"?
El control de Dios
Dios tiene el control absoluto de todo lo que nos rodea, incluso en situaciones dolorosas o aterradoras. Él nos insta a refugiarnos en su poder. Aunque el caos se arremoline, nuestra parte es someternos a su voluntad y confiar en él.
Como escribe Pablo en su carta a los Efesios, "Fortalézcanse en el Señor y en el poder de su fuerza" (Efesios 6:10). Por lo tanto, debemos permanecer firmes y valientes porque Dios está con nosotros.
Dejar ir el control
Sin embargo, hay momentos en nuestras vidas en los que somos tercos y no nos sometemos al poder de Dios. Este es el momento en el que debemos recordar "dejar ir y dejar a Dios".
¿Qué significa esto? Significa que debemos dejar ir nuestro sentido de derecho, nuestras dudas y reconocer a Dios sometiéndonos a él.
Dejar ir nuestro sentido de derecho
Atesoramos nuestras ambiciones, las tenemos en alta estima y nos enorgullecemos de ellas. Creemos que las personas deberían comportarse de una manera específica y que la vida debería ir según nuestros planes. Esperamos que Dios honre nuestros deseos, pero él a menudo elige mejores.
Tener un sentido de derecho en todo lo que hacemos nos da la impresión interna de que no podemos dejar ir ni dejar que Dios, sino que tenemos derecho a ser escuchados como humanos. Esta idea nos impide sentir que Dios es el único que tiene el control y que no podemos hacer nada más que dejarlo ir.
Tener problemas de derecho nos pone en contradicción con lo que dice el Salmo 118:8: "Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en los humanos". Porque nosotros, como humanos, nunca podemos estar seguros de nuestra propia sabiduría.
A veces creemos demasiado en nosotros mismos. Creemos que podemos cambiar la situación solo porque hemos logrado mucho o resuelto muchos problemas. Pero la verdad es que es Dios quien la resuelve por nosotros dándonos la sabiduría para discernir. No somos más que sus humildes siervos.
Entonces, ¿qué deberíamos hacer en su lugar? 1 Juan 1:9 dice: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo, y nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad".
Debemos confesar a Dios nuestro sentido de derecho y someternos a él para que pueda sentir nuestra humildad.
Dejar ir nuestras dudas
Además de dejar ir nuestro sentido de derecho, también debemos tratar de dejar ir nuestras dudas. ¿Qué son las dudas? Son pensamientos que nos paralizan hasta el punto de cuestionar la existencia de Dios.
Otro tipo de duda es dudar de la capacidad de Dios para ayudarnos o tener el control de nuestras vidas. En Santiago 1:6, esto se reitera: "Pero cuando pidas, debes creer y no dudar, porque el que duda es como una ola del mar, impulsada y sacudida por el viento".
Permanecer en duda es problemático porque, además del hecho de que es falso, dudar de la capacidad de Dios nos hace creer en nosotros mismos más de lo que creemos en Dios. Esto nos lleva de vuelta al sentido de derecho en la primera parte de este artículo.
Dudar de la capacidad de Dios enfatiza nuestro sentido de derecho. Esto no solo hace que nuestra relación con Dios sea vil, sino que también hace que nuestra fe sea vaga. En Romanos 14:23, dice: "Pero el que tiene dudas es condenado si come, porque su comer no es por fe; y todo lo que no procede de la fe es pecado".
¿Qué hacemos cuando tenemos dudas? Oramos. "Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento; sométete a él en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tus propios ojos; teme al Señor y huye del mal. Esto traerá salud a tu cuerpo y alimento a tus huesos" (Proverbios 3:5–8).
Preguntas Frecuentes
¿Qué significa "soltar y dejar que Dios tome el control"?
Soltar y dejar que Dios tome el control implica renunciar a nuestro sentido de derecho, dudas y someternos a Su voluntad.
¿Por qué es importante renunciar a nuestro sentido de derecho?
El sentido de derecho nos impide reconocer que Dios está en control y que debemos someternos a Su poder.
¿Qué dice la Biblia sobre la duda?
La Biblia condena la duda porque nos lleva a confiar más en nosotros mismos que en Dios.
¿Cómo podemos someternos a Dios?
Podemos someternos a Dios confiando en Él, renunciando a nuestra propia sabiduría y siguiendo Su voluntad.
¿Cuáles son los beneficios de renunciar al control y dejar que Dios tome el control?
Cuando dejamos que Dios tome el control, Él hace que nuestros caminos sean rectos, nos da sabiduría y nos ayuda a resistir el mal.