¿Por qué clamaba Jesús "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" si ya lo sabía?

El verdadero abandono

Las palabras "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" expresan el verdadero abandono que sufrió Jesús. Llevó sobre sí nuestros pecados y el juicio que merecíamos, lo que implicó una separación de Dios Padre. La ira de Dios, que debíamos recibir nosotros, se derramó sobre él. Este abandono es el grito de los condenados, pero Jesús lo تحمل por nosotros.

Un clamor de expresión

El "por qué" no es una pregunta que busca respuesta, sino una forma de expresar el horror del abandono. Jesús sabía de antemano lo que sucedería y por qué. Había aceptado venir a este momento por voluntad de su Padre. Además, el momento era de agonía, no de curiosidad teológica.

Un reflejo de inmersión

El hecho de que Jesús citara directamente el Salmo 22 sugiere que no estaba buscando una respuesta. Las palabras eran un reflejo de su inmersión en la Escritura, que había dado forma a su llamado mesiánico. En medio del horror, clamó con las palabras que habían moldeado su vida.

Un plan divino

El clamor de Jesús en agonía con estas palabras del Salmo 22 demuestra que, a pesar de lo terrible que fue, todo sucedía según el plan. Cada detalle, incluso el más cruel, cumplía las Escrituras. En ese momento, el peor de la historia, se estaba cumpliendo la Palabra de Dios.

¿Por qué Jesús preguntó: "¿Por qué me has abandonado?" si ya conocía la respuesta?

¿Qué importancia tiene que las palabras de Jesús sean las primeras de Salmo 22?

¿Cómo expresa Jesús el horror del abandono?

¿Por qué el "¿Por qué?" de Jesús no es una pregunta literal?

¿Cómo demuestra la cita de Salmo 22 que la crucifixión de Jesús estaba de acuerdo con el plan de Dios?

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