¿La ira justa acaba con nuestra alegría?

La lentitud de la ira

La Biblia nos insta a ser "tardos para airarnos" (Santiago 1:19). La ira apresurada suele ser una señal de ira humana, no de la de Dios. Los proverbios nos advierten que el "hombre [de] ira ligera hace locuras" (Proverbios 14:17) y que "el que es tardo para la ira tiene gran inteligencia" (Proverbios 14:29).

La sabiduría de arriba

Santiago contrasta la ira humana con la sabiduría celestial: "La sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía" (Santiago 3:17). La ira rara vez produce los frutos de justicia y paz que buscamos.

El peligro de la ira prolongada

Pablo advierte contra alimentar la ira: "Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo" (Efesios 4:26-27). La ira prolongada da cabida al diablo, que busca destruir nuestras buenas emociones y percepciones.

El efecto corrosivo de la ira

Cuando permitimos que la ira se apodere de nosotros, consume nuestras emociones positivas: el amor, la compasión, la bondad y la admiración. El diablo odia la alegría, la ternura y la bondad, y utiliza la ira como un arma para erosionarlas.

La clave de la alegría

La clave para evitar los peligros de la ira es recordar que, aunque merecíamos la ira de Dios, fuimos perdonados por el sacrificio de Jesucristo. El asombro por esta gracia nos ayuda a controlar nuestra ira y nos mantiene enfocados en la bondad y el amor de Dios.

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¿La ira justa mata nuestro gozo?

Sí, la ira justa sostenida puede consumir las emociones que glorifican a Dios, como el gozo, la paz y el deleite en Dios.

¿Cómo sabemos si nuestra ira es justa?

La ira justa viene lentamente, se va rápidamente y está gobernada por el amor a las personas y la gloria de Dios.

¿Qué peligros existen si nos aferramos a la ira?

Aferrarse a la ira puede dar lugar a:

  • Destruir relaciones
  • Consumir otras emociones positivas
  • Distorsionar nuestras percepciones de la realidad
  • Abrir la puerta a la influencia del diablo
  • Afligir al Espíritu Santo

¿Cómo podemos evitar que la ira nos consuma?

Practica lo siguiente:

  • Sé lento para enojarte.
  • Deja ir la ira rápidamente.
  • Perdona a los demás.
  • Sé amable y compasivo.
  • Recuerda el amor y la misericordia de Dios hacia ti.

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