¿Las recompensas y la herencia eternas son lo mismo?
La herencia celestial
Según 1 Pedro 1:4, nuestra herencia eterna es un tesoro "imperecedero, incontaminado e inmarchitable, reservado en los cielos para nosotros". Esta herencia nos pertenece por haber renacido espiritualmente en Cristo. No podemos ganarla mediante nuestros propios esfuerzos, sino que es un don gratuito de Dios.
Las recompensas acumuladas
Por otro lado, Mateo 6:20 nos exhorta a "acumular tesoros en los cielos", donde estarán a salvo de la corrupción y el robo. Jesús enseña que la generosidad, como dar a los pobres y ayudar a los necesitados, contribuye a acumular tesoros en el cielo.
Resolución de la aparente contradicción
Inicialmente, estas dos ideas parecen contradictorias. ¿Cómo podemos tener una herencia fija y segura y, al mismo tiempo, acumular recompensas en función de nuestras acciones? Hay tres posibles soluciones:
- Tesoros y herencia distintos: Los tesoros son recompensas variables basadas en nuestras acciones, mientras que la herencia es un don incondicional.
- Tesoros y herencia idénticos: Ambos están condicionados a nuestra generosidad, pero la herencia sigue siendo segura porque Dios garantiza que sus hijos vivirán vidas generosas.
- Variación dentro de la herencia: Los tesoros y la herencia son la misma realidad, pero habrá variaciones en cómo cada cristiano experimenta su plenitud. Cada uno recibirá la vida eterna, pero los que hayan vivido con generosidad disfrutarán mayores recompensas.
Combinando las dos soluciones finales, podemos afirmar que las recompensas y la herencia eternas están relacionadas pero son distintas. La herencia es segura para todos los creyentes, mientras que las recompensas varían según la generosidad de nuestras vidas. Al esforzarnos por multiplicar las recompensas, confirmamos nuestra nueva naturaleza como hijos de Dios, nacidos de su naturaleza generosa. Y sobre todo, debemos basar ambas acciones en la certeza de nuestra herencia eterna como hijos de Dios.
Preguntas frecuentes
¿Son las recompensas eternas y la herencia lo mismo?
Sí, se refieren a la misma realidad: la vida eterna que recibimos como herederos de Dios debido a nuestra fe en Jesucristo.
¿Por qué la herencia parece más "estática" y las recompensas más "dinámicas"?
La herencia es segura y está asegurada para todos los creyentes porque es un don de Dios. Sin embargo, las recompensas varían según las obras que hacemos en esta vida, como la generosidad y el servicio.
¿Cómo podemos obtener más recompensas eternas?
Viviendo vidas de amor, generosidad y servicio, siguiendo las enseñanzas de Jesús en Mateo 6:20 y 19:21.
¿Por qué es importante recordar que nuestra herencia está asegurada?
Porque nos motiva a buscar recompensas adicionales, confirma nuestra nueva naturaleza como hijos de Dios y nos da la confianza para vivir vidas de amor y generosidad.
¿Qué papel juega la fe en la herencia eterna?
La fe es el único medio por el cual podemos ser hijos de Dios y herederos de su reino. La confianza en Jesucristo como nuestro Salvador nos da el derecho a la vida eterna.