¡La gran invitación: Vengan, beban, coman y vivan!

Dios es un Dios que invita

Dios es atractivo en dos sentidos: sus lugares son hermosos y desea que estemos presentes en momentos especiales. Lo maravilloso es que Dios nos invita en ambos sentidos.

La redención prevista en Isaías

Isaías predijo que Cristo sufriría, moriría y resucitaría por nuestros pecados. Su muerte fue un sacrificio por quienes confían en él, y su resurrección demostró que había vencido la muerte y el pecado.

Grandes bendiciones como resultado de la redención

Isaías también previó que el Mesías expandiría el pueblo de Dios a todas las naciones. La redención no es solo para unos pocos, sino para todos.

La gran invitación en Isaías 55

Dado que la redención está completa y Dios quiere que sus bendiciones lleguen a todos, nos invita a todos, sin importar nuestra situación.

¿Quiénes están invitados?

  • Los sedientos y sin recursos
  • Los autosuficientes que gastan su tiempo en vano

¿Qué se les ofrece?

  • Agua: Refresco y renovación
  • Leche: Nutrición y estabilidad
  • Vino: Exaltación y alegría

¿Qué debemos hacer para recibirlo?

  • Venir: Acercarnos a Dios
  • Comprar: Recibir sus bendiciones sin costo
  • Comer: Disfrutar de sus beneficios
  • Escuchar: Prestar atención a su llamado

Todos podemos encontrar nuestro lugar en esta invitación. Dios nos llama a escuchar su palabra, acercarnos a él, recibir sus bendiciones y disfrutar de la vida que solo él puede ofrecer.

Preguntas frecuentes

¿Quién está invitado?

  • Quienes tienen sed y no pueden pagar, los que están espiritualmente en bancarrota y lo reconocen.
  • Quienes tienen dinero y fuerza, pero aún no están satisfechos, los que están en busca de algo más.

¿Qué se nos ofrece?

  • Agua para refrescarnos.
  • Leche para nutrirnos.
  • Vino para exhilararnos.
  • Un pacto eterno de amor inquebrantable con Dios.
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¿Qué se nos pide que hagamos?

  • Escuchar atentamente a Dios.
  • Venir a Dios.
  • Comprar y comer lo que es bueno.
  • Disfrutar de la abundancia de Dios.

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