Cómo mantener la mirada fija en Cristo
El poder de la atención
Dios nos creó con la capacidad de fijar nuestra atención, ¿con qué propósito? Las distracciones y la saturación de información de nuestra era digital amenazan con desviar nuestra mirada. Como cristianos, debemos resistir la tentación de dejar que nuestras mentes divaguen y centrar nuestra atención en el verdadero norte: Cristo.
El peligro de desviarse
El texto de Hebreos 1 nos recuerda que es fundamental "prestar mucha más atención a lo que hemos oído, para que no nos desviemos de ello" (Hebreos 2:1). Desviarse es una amenaza peligrosa para la vida cristiana. Cuando quitamos los ojos de Cristo, nos volvemos como hojas muertas o peces sin vida, flotando con la corriente del mundo. El camino al infierno no requiere esfuerzo; simplemente podemos dejarnos llevar.
Fijar la mirada en Jesús
El pastor John Piper comparte una práctica personal que lo ayuda a mantener su enfoque en la gloria de Cristo. Cada mañana, se levanta temprano y dedica tiempo a sumergirse en la Palabra de Dios. No solo lee, sino que medita sobre las Escrituras, permitiéndose estar en la presencia de Jesús.
Al leer el relato del hombre ciego en Marcos 10, Piper se detiene en cada detalle, empapándose de la misericordia y el poder de Jesús. Estas interacciones personales con la Palabra le permiten ver a Jesús con claridad y profundizar su amor y adoración por Él.
La clave de la vida cristiana
Piper enfatiza que la clave de la vida cristiana no es el trabajo arduo o el sacrificio por Jesús, sino simplemente mirarlo. Al fijar nuestros ojos en Él una y otra vez, experimentamos Su transformación en nuestras vidas. A medida que nuestras mentes se llenan de Su presencia, nuestro amor por Él crece, y con él, nuestra capacidad de resistir las tentaciones y vivir una vida que le agrade.
Satisfacción en la mañana
Piper también destaca la importancia de comenzar cada día en comunión con Dios. Al orar por satisfacción de Su amor constante, nos preparamos para enfrentar los desafíos que trae el día. El gozo que encontramos en Cristo romperá el poder del pecado en nuestras vidas y nos llenará de alegría y satisfacción duraderas.
Mantener nuestra mirada fija en Cristo es esencial para una vida cristiana saludable. Al resistir las distracciones y dedicar tiempo a meditar sobre las Escrituras, podemos experimentar la presencia transformadora de Jesús en nuestras vidas. Que nuestro enfoque inquebrantable en Él nos guíe a una vida de plenitud, alegría y victoria sobre el pecado.
