¿Fe auténtica o fe muerta? Cómo saber si tu fe es real
La santidad es indispensable
Las Escrituras son claras: nadie entrará en el cielo sin haber practicado buenas obras en la tierra. Como dice Hebreos 12:14, "Sin santidad, nadie verá al Señor".
Fe sin obras es muerta
Santiago 2:26 afirma: "Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma".
La confesión de Westminster
La Confesión de Westminster declara: "La fe, al recibir y descansar en Cristo y su justicia, es el único instrumento de justificación; sin embargo, no está sola en la persona justificada, sino que siempre va acompañada de todas las demás gracias salvadoras, y no es una fe muerta, sino que obra por amor".
El mandato de Filipenses
Filipenses 2:12 exhorta: "Ocupaos en vuestra propia salvación con temor y temblor".
La ilustración de Juan
En Juan 15:2, 6 se lee: "Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará... y los sarmientos se recogen, se echan al fuego y arden".
El salmo de David
El Salmo 23:3 proclama: "Me guía por sendas de justicia por amor de su nombre".
Nadie entrará en el cielo sin buenas obras
Es esencial enfatizar que nadie entrará en el cielo basándose únicamente en sus buenas obras.
La gracia de Dios
Efesios 2:8-9 afirma: "Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe".
La justificación por fe
Gálatas 2:16 declara: "El hombre no es justificado por las obras de la ley". La justicia de Cristo, no la nuestra, nos justifica por completo.
Las obras preparadas de antemano
Aunque los cristianos caminan por el estrecho sendero de las buenas obras, Dios las preparó de antemano para que las practiquemos.
Fe que produce buenas obras
La fe auténtica produce buenas obras que son "la obediencia de la fe" (Romanos 1:5; 16:26) o "la fe que obra por el amor" (Gálatas 5:6).
Dos herejías comunes
Es importante evitar dos herejías: la que afirma que las obras no importan y la que sostiene que las buenas obras ganan nuestro lugar ante Dios.
La fe muerta
La fe muerta produce ninguna obra. No es necesariamente una fe silenciosa. A menudo repite lemas como "Una vez salvo, siempre salvo".
"Una vez salvo, siempre salvo"
Entendida correctamente, "Una vez salvo, siempre salvo" significa que los hijos de Dios, predestinados a ser salvos antes del tiempo, no caerán. Pero algunos malinterpretan esta verdad y concluyen que la perseverancia de los santos es opcional.
La perversión de la fe
Esta perversión de la fe contrasta la justificación con la santificación, dando prioridad a la primera y eclipsando a la segunda. Se cree que no necesitamos santidad porque "una vez salvos, siempre salvos" implica que estamos "salvos de la necesidad de obedecer".
Textos condicionales
Los textos que hablan condicionalmente de heredar la vida eterna desconciertan a la fe muerta. No pueden tolerar las enseñanzas sobre la necesidad de permanecer firmes en la fe, perseverar hasta el final, soportar las pruebas, morir a la carne por el Espíritu y trabajar en nuestra propia salvación con temor y temblor.
El carácter de Talkative
El personaje Talkative en "El progreso del peregrino" de Bunyan representa una fe muerta. Posee una ortodoxia doctrinal correcta, pero su cristianismo se limita a las palabras.
Preguntas de autoexamen
¿Odias tu pecado? ¿Amas a Dios? ¿Obedeces lo que sabes? ¿Qué ven los demás en ti?
El camino hacia la Ciudad Celestial
Los cristianos verdaderos, guiados por la Palabra de Dios y el amor en sus corazones, harán el bien en este mundo. Lo harán porque Dios está obrando en ellos para producir el fruto del Espíritu.
Nadie entrará en el cielo basándose en sus buenas obras, pero nadie entrará en el cielo sin haber practicado buenas obras en la tierra. Por lo tanto, avancemos en santidad hacia nuestro hogar celestial porque Jesús ya nos ha hecho suyos.
¿Qué es la fe muerta?
La fe muerta es una fe que no produce buenas obras. Es una fe que no está acompañada de arrepentimiento, amor a Dios y obediencia a sus mandamientos.
¿Cómo puedo saber si mi fe está viva o muerta?
Puedes examinar tu vida y preguntarte:
- ¿Odio mi pecado?
- ¿Amo a Dios?
- ¿Obedezco lo que sé?
- ¿Qué ven los demás en mí?
Si tus respuestas a estas preguntas muestran que estás luchando con el pecado, no tienes amor por Dios o no estás obedeciendo sus mandamientos, es posible que tu fe esté muerta.
¿Cómo puedo avivar mi fe?
Puedes avivar tu fe leyendo la Biblia, orando, asistiendo a la iglesia y rodeándote de otros cristianos. También puedes buscar oportunidades para servir a los demás y compartir tu fe con otros.
¿Qué sucederá si tengo fe muerta?
Si tienes fe muerta, no entrarás al cielo. "No hay santidad, no hay cielo".
¿Qué sucederá si tengo fe viva?
Si tienes fe viva, entrarás al cielo. "Bienaventurados los que andan en sus caminos".