La Fe de la Mujer Sirofenicia
El Encuentro con Jesús
Jesús se aventuró en los confines de Tiro y Sidón, buscando refugio en una casa. Sin embargo, su presencia no tardó en ser descubierta. Una mujer, desesperada por sanar a su hija poseída por un espíritu inmundo, suplicó ayuda a Jesús. Aunque era griega y sirofenicia, su fe no vaciló.
La Prueba de Fe
Jesús probó la fe de la mujer diciendo: "Deja que los niños se sacien primero, porque no es correcto tomar el pan de los hijos y echárselo a los perros". La mujer, sin inmutarse, respondió: "Sí, Señor; pero incluso los perros bajo la mesa comen de las migajas de los niños".
La Recompensa de la Fe
Impresionado por su fe, Jesús le dijo: "Por esta frase, vete; el demonio ha salido de tu hija". Al regresar a su hogar, la mujer encontró a su hija liberada del tormento y recostada en la cama.
Preguntas frecuentes
¿Por qué Jesús inicialmente se resistió a ayudar a la mujer cananea?
Jesús quería priorizar a sus "hijos", el pueblo judío, que habían sido los primeros en recibir el mensaje del reino de Dios.
¿Cómo interpretó la mujer las palabras de Jesús sobre los "perros"?
La mujer entendió que incluso los "perros", los gentiles como ella, podían recibir la misericordia de Dios.
¿Qué demostró la respuesta de la mujer?
La respuesta de la mujer reveló su humildad, fe y persistencia.
¿Por qué Jesús elogió la respuesta de la mujer?
Jesús reconoció que la fe y la humildad de la mujer eran dignas de admiración.
¿Qué resultado tuvo la fe de la mujer?
Como resultado de la fe y la humildad de la mujer, el demonio fue expulsado de su hija.