¡Jesús sigue transformando vidas!
El poder transformador de Jesús
En el libro de los Hechos, vemos cómo Jesús continúa obrando milagros y cambiando vidas incluso después de su ascensión. Esta verdad nos anima a creer que Dios puede intervenir en nuestras circunstancias y transformarlas inesperadamente.
La persecución se convierte en paz
Cuando la persecución se desató contra la iglesia primitiva, los discípulos podrían haberse desanimado. Sin embargo, Dios intervino de forma sorprendente:
- Convirtió a Saulo, el principal perseguidor, en uno de los cristianos más influyentes.
- Restauró la paz en las iglesias de Judea, Galilea y Samaria.
Los milagros de Pedro
Pedro, un discípulo clave, fue utilizado por Dios para realizar milagros asombrosos:
- Sanó a un hombre paralítico llamado Eneas.
- Resucitó a Tabita, una mujer amada.
Estos milagros no solo mejoraron las vidas de los individuos, sino que también llevaron a que muchas personas se convirtieran en seguidores de Cristo.
Esperanza en la transformación
El libro de los Hechos nos enseña que Jesús es un Dios que transforma las situaciones de forma inesperada. Debemos tener una "expectativa abierta" de que Él puede intervenir en nuestras vidas y en el mundo que nos rodea.
Viviendo en el temor y el consuelo
La iglesia primitiva experimentó el poder transformador de Jesús porque caminaban:
- En el temor del Señor: Reconociendo Su santidad y poder.
- En el consuelo del Espíritu Santo: Experimentando Su paz y guía interior.
El mensaje del libro de los Hechos es claro: Jesús sigue vivo y activo hoy. Él puede transformar nuestras vidas, nuestras familias, nuestras iglesias y nuestro mundo. Mantengamos la esperanza de que Él intervendrá y traerá su poder transformador a nuestras situaciones.
Preguntas frecuentes
¿Cómo podemos alentar la intervención de Jesús en nuestras vidas?
R: Caminando en el temor del Señor y en el consuelo del Espíritu Santo, con una actitud de respeto y humildad hacia Dios, reconociendo su poder y santidad.
¿Por qué es importante tener una expectativa abierta de la intervención de Jesús?
R: Porque nos permite abrazar la posibilidad de sorpresas y cambios radicales que él puede traer, evitando caer en el fatalismo y el pesimismo.
¿Cómo nos ayuda el "temor del Señor" en nuestra vida cristiana?
R: El temor del Señor nos recuerda la santidad y el poder de Dios, evitando que lo tomemos a la ligera o que tratemos su presencia como algo marginal. Nos lleva a la humildad y la reverencia.
¿Cuál es el papel del "consuelo del Espíritu Santo" en la vida del creyente?
R: El consuelo del Espíritu Santo brinda paz, esperanza y tranquilidad incluso en medio de circunstancias difíciles, creando un ambiente en el que Dios puede intervenir con poder.
¿Cómo podemos equilibrar el "temor del Señor" con el "consuelo del Espíritu Santo"?
R: Al reconocer que el temor del Señor no es miedo, sino un profundo respeto y asombro hacia Dios. El consuelo del Espíritu Santo no es complacencia, sino una confianza en su presencia y guía. Ambos aspectos trabajan juntos para crear una atmósfera receptiva a la intervención de Dios.