¿Por qué Dios escoge a los insensatos?
El poder de la debilidad
En la Biblia, en 1 Corintios 1:27, se afirma que Dios elige "lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios". ¿Por qué no utiliza a los más ricos, inteligentes o famosos para difundir su mensaje?
La respuesta es que el impacto de las personas sabias y poderosas habría sido más rápido y visible, pero no habría sido cristianismo. El sacrificio de Jesucristo en la cruz, la forma más despreciable de muerte, fue el camino elegido por Dios para salvarnos.
El engaño de la sabiduría humana
La sabiduría y la inteligencia humanas pueden parecer impresionantes, pero son incapaces de encontrar la verdadera salvación. Pablo advierte en 1 Corintios 1:18 que "la palabra de la cruz es locura para los que se pierden, pero para nosotros que somos salvos, es poder de Dios".
La estrategia de Dios para la evangelización
Dios escoge a los insensatos para que su poder se manifieste en su debilidad (1 Corintios 1:25). El objetivo de la evangelización no es el orgullo humano, sino la glorificación de Jesucristo.
Dos razones para la elección de Dios
- Para eliminar el alarde humano ante Dios (1 Corintios 1:29).
- Para que quienes se gloríen, se gloríen únicamente en el Señor (1 Corintios 1:31).
Así que, aunque la elección de Dios de los insensatos pueda parecer insensata, es una estrategia perfecta para avergonzar al orgullo humano y exaltar a Jesucristo como el único digno de nuestra alabanza.
Preguntas Frecuentes
¿Por qué Dios elige a los necios del mundo?
Porque el impacto de los sabios sería más rápido y visible, pero no sería el Cristianismo puro. La centralidad de la cruz y la debilidad de Dios son esenciales para la salvación y el triunfo del evangelio.
¿Por qué no usó Dios a los sabios del mundo para predicar el evangelio?
Porque la sabiduría humana no puede encontrar sabiduría última en Dios o salvación. La fe en la necedad divina es el camino de la salvación.
¿Cuál es la estrategia de Dios para la evangelización mundial?
Humillar a los sabios y a los fuertes, exaltando a los débiles y humildes. El objetivo es eliminar el orgullo humano y hacer de Jesús el centro de toda alabanza.
