Cómo protegerse de los ataques del enemigo

Identifica los ataques

Cada día enfrentamos los "dardos de fuego" de Satanás, que pueden manifestarse como amargura, miedo o envidia. El arma que Dios nos ha dado para resistirlos es el "escudo de la fe" (Efesios 6:16).

Confía en el poder del escudo

Aunque los ataques puedan parecer abrumadores, debemos recordar que el escudo de la fe puede extinguirlos. La clave está en usarlo activamente.

Usa el escudo de la fe

El escudo de la fe no es algo que se usa automáticamente. Debemos tomar la decisión de usarlo, confiando en Cristo. Cuando enfrentamos un ataque, podemos acudir a él, confesar nuestra debilidad y pedirle que nos ayude a usar el escudo de la fe.

Encuentra promesas que contrarresten los ataques

La fe implica confiar en las promesas de Dios en Cristo. Busca promesas específicas en la Biblia que contrarresten los ataques que enfrentas. Por ejemplo, contra la amargura, podemos recordar las palabras de José en Génesis 50:20: "Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien".

Ora por las promesas

Ora sobre las promesas que hayas encontrado. Pídele a Dios que te ayude a entenderlas y a confiar en ellas. Ora hasta que sientas que tu fe se fortalece y tu corazón cambia.

Espera en Dios

Extinguir los ataques del enemigo puede llevar tiempo. Espera pacientemente en Dios, orando y leyendo las Escrituras que revelan la gloria de Cristo. Pide apoyo a otros creyentes si es necesario. Dios te fortalecerá, te ayudará a ver y sentir la gloria de Cristo y cambiará tu corazón. Los ataques serán extinguidos y experimentarás el gozo y la satisfacción en Cristo.

Preguntas Frecuentes

¿Qué es un "dardo ardiente" y de quién proviene?

R: Un dardo ardiente es una tentación o ataque espiritual enviado por Satanás para destruir a los creyentes.

¿Cómo puedo protegerme de los dardos ardientes?

R: Usando el escudo de la fe, que es la confianza en Cristo y sus promesas.

¿Cómo uso el escudo de la fe?

R: Identificando el dardo ardiente, creyendo que puede ser extinguido, confiando solo en la fe en Cristo, orando sobre las promesas de Dios y esperando pacientemente su ayuda.

¿Qué promete Dios en sus promesas?

R: Dios promete usarnos para bien, incluso cuando otros nos hagan mal.

¿Qué versículos bíblicos pueden ayudarme a contrarrestar la amargura?

R: Génesis 50:20, 2 Corintios 4:17-18, 1 Pedro 1:6-7, 1 Pedro 5:10.

¿Qué debo hacer si siento que no puedo extinguir un dardo ardiente por mi cuenta?

R: Ore a Dios, lea las Escrituras que muestran la gloria de Cristo y pídale a otros creyentes que oren con usted y por usted.

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