¿Por qué Jesús ascendió al Cielo tras su resurrección?
Confusión evitada
Si Jesús hubiera permanecido en la Tierra, habría surgido una grave competencia en el cristianismo global. Su presencia habría generado confusión sobre cómo relacionarse con él, ya que algunos lo experimentarían directamente mientras otros solo podrían conectarse a través del Espíritu, sabiendo que él estaba lejos.
Autoridad demostrada
El papel de Jesús como Dios-hombre gobernando el cosmos se representa mejor sentándose a la diestra de Dios que caminando en la Tierra. Su rol como cabeza de la iglesia quedaría malinterpretado si formara parte de ella en la Tierra.
Coronación lograda
La exaltación de Jesús a la diestra de Dios es la coronación adecuada por su obra triunfal en la cruz y su superioridad encarnada sobre los ángeles. Si no hubiera tomado este asiento, la grandeza de su logro se habría oscurecido.
Intercesión habilitada
La intercesión actual de Cristo a la diestra de Dios no se ejercería ni exhibiría correctamente si todavía estuviera entre nosotros. Es apropiado que esté en la presencia exaltada de Dios mientras intercede por nosotros y presenta su sacrificio ante Dios.
Espíritu de gloria dado
El Espíritu Santo que Jesús prometió enviar cuando regresara al Padre es el Espíritu del Cristo resucitado. El Espíritu del Cristo resucitado no podía venir hasta que Cristo fuera completamente glorificado, lo que incluyó su ascensión al Padre.
Aparición culminante arreglada
El plan de Dios es que el Cristo resucitado obtenga gran gloria al final de esta era, no itinerando en la Tierra durante dos mil años, sino descendiendo del cielo en poder y gran gloria, derrotando al hombre de iniquidad y siendo admirado por todo su pueblo.