¿Podemos afirmar que no tenemos pecado?
El mensaje de Dios: Luz y Verdad
La Biblia enseña que Dios es luz y en Él no hay tinieblas (1 Juan 1:5). Esto significa que Dios es la fuente de toda verdad y bondad. Cuando nos acercamos a Dios, encontramos esperanza y alegría porque Él nos protege de los peligros y nos guía hacia nuestro propósito.
El camino de la luz: comunión y purificación
Si vivimos de acuerdo con la verdad de Dios, caminamos en la luz (1 Juan 1:6-7). Esta forma de vida nos permite tener comunión con Dios y experimentar la purificación de nuestros pecados a través de la sangre de Jesucristo.
La importancia de admitir el pecado
Sin embargo, debemos evitar afirmar que no tenemos pecado (1 Juan 1:8-10). Incluso en la luz de Dios, reconocemos nuestra pecaminosidad y la necesidad de confesar nuestros pecados. Esto nos permite recibir el perdón y la limpieza de Dios.
Negar el pecado: una blasfemia
Afirmar que no hemos pecado es negar la Palabra de Dios y hacerlo mentiroso (1 Juan 1:10). Esta afirmación es una forma de blasfemia y demuestra que nos hemos alejado de la verdad.
La luz de Dios revela nuestra verdadera naturaleza y nos conduce a la comunión con Él. Debemos reconocer nuestra pecaminosidad y confiar en la purificación de Cristo. Negar nuestro pecado no solo es un autoengaño, sino también un insulto a Dios.