¿Dónde está Dios cuando más lo necesito?
Enfrentando la ausencia sentida
Cuando mi querida amiga falleció en un accidente automovilístico, me quedé atónita. Su vida se apagó tan abruptamente que no pude procesarlo. Inmediatamente recurrí al Señor, pero me encontré con un silencio ensordecedor. Esta aparente ausencia contradecía las promesas de Dios de ser un "refugio y fortaleza, siempre presente en la adversidad" (Salmo 46:1).
Dos opciones: huir o acercarse
En mi confusión, le expresé mi miedo a mi padre. "Tengo temor", dije. "Dios permitió esto. ¿Qué hago?". Él respondió con Proverbios 18:10: "El nombre del Señor es una torre fuerte; el justo corre hacia ella y está a salvo".
Me explicó que solo tenemos dos opciones: correr hacia Dios o alejarnos de él. Correr hacia él puede ser aterrador, pero alejarnos es aún más peligroso. Dios nos recuerda que Él es más grande que nuestras circunstancias y que sus pensamientos son más elevados que los nuestros (Isaías 55:9).
Esperar con paciencia
Además de buscar persistentemente a Dios, debemos esperar fielmente su respuesta. El Salmo 40:1 dice: "Esperé pacientemente al Señor; él se inclinó a mí y escuchó mi clamor".
Esperar implica entrega. Es casi imposible rescatar a alguien que se debate frenéticamente por salvarse a sí mismo. Cuando nos relajamos, podemos ser rescatados. El Salmo 46:10 dice: "Estad quietos y sabed que yo soy Dios". Esta sumisión es crucial para nuestra liberación.
Dios, mi consuelo
La sanación no ocurrió de inmediato. Pasé muchos días aterrorizada, estudiando las Escrituras y clamando a Dios. Hubo momentos en que solo podía decir: "¡Dios, ayuda!".
Al principio, mis súplicas parecían ir no más allá del techo. ¿Me escuchaba Dios siquiera? Pero con el tiempo, gracias a la obra de Cristo en mi corazón, mis oraciones aumentaron. Las Escrituras me consolaron de nuevas maneras, enviándome personas con recordatorios de su amor en momentos perfectos.
Algunos días volvía a "Dios, ayuda". Pero en esos momentos, Él fue paciente conmigo, como lo es con todos nosotros. Su paz vino a custodiar mi corazón y mi mente, trayendo consuelo, tal como lo había prometido (Filipenses 4:7).
Una esperanza más allá del dolor
En última instancia, miramos hacia una esperanza mucho mayor que cualquier dolor que experimentemos aquí en la Tierra (1 Tesalonicenses 4:13-18). Se nos promete un final feliz, la unión con Cristo, y que lo que sucede aquí no durará para siempre. Cristo viene. Debemos seguir corriendo hacia Él, esperando en confianza y paz.
Preguntas frecuentes
¿Quién es Grace Rankin?
- Grace Rankin es una editora, escritora y autora independiente de Indiana, además de copropietaria de Sovereign Grace Missionary Press.
¿Dónde puedo leer los escritos de Grace Rankin?
- Grace Rankin escribe en Writing Life.
¿Qué ocurrió cuando Grace Rankin perdió a su amiga?
- Después de perder a su amiga en un accidente automovilístico, Grace Rankin se sintió abandonada por Dios y cuestionó su presencia en medio de su dolor.
¿Qué le aconsejó el padre de Grace Rankin?
- El padre de Grace Rankin le aconsejó que corriera hacia Dios, incluso en momentos de temor, citando Proverbios 18:10.
¿Qué recuerda Grace Rankin a los lectores que sientan que Dios está ausente?
- Les recuerda que deben correr hacia Dios, esperar pacientemente su respuesta y confiar en su amor y poder.
¿Qué versículo de la Biblia proporciona consuelo a Grace Rankin?
- Salmo 40:1-2, que habla de esperar pacientemente a Dios y ser rescatado de la destrucción.
¿Qué recomienda Grace Rankin cuando las oraciones parecen no ser escuchadas?
- Recomienda perseverar en la oración, confiar en la paciencia de Dios y buscar consuelo en las Escrituras.
¿Qué promesa proporciona esperanza a Grace Rankin en medio del dolor?
- La promesa de un feliz final en la unión con Cristo y la esperanza de que el dolor terrenal no durará para siempre.