Necesitamos fortaleza para resistir
El endurecimiento como un regalo precioso
La vida cristiana está llena de pruebas y dificultades que pueden desgastarnos. En estos momentos, necesitamos desarrollar fortaleza para resistir. El Nuevo Testamento nos dice que "tenemos necesidad de paciencia" (Hebreos 10:36). Esta fortaleza se adquiere a través del dolor y el sufrimiento, ya que nos obligan a superar nuestros límites y perseverar en medio de las adversidades.
El propósito del sufrimiento
Cuando Dios nos disciplina, puede parecernos confuso y desalentador. Sin embargo, es una expresión de su amor y un medio para nuestro crecimiento espiritual. La disciplina nos ayuda a desarrollar la santidad, a compartir la naturaleza de Dios y a prepararnos para las bendiciones prometidas. El autor de Hebreos nos recuerda: "El Señor disciplina al que ama, y castiga a todo el que recibe como hijo" (Hebreos 12:6).
Fortaleza para la alegría
Soportar las pruebas con fortaleza no es fácil, pero es esencial para recibir las promesas de Dios. "Por vuestra paciencia ganaréis vuestras almas" (Lucas 21:19). La recompensa por nuestra perseverancia es la "plenitud de gozo" y "los placeres para siempre" (Salmo 16:11).
Animemos a otros a resistir
Cuando los demás atraviesan dificultades, es importante darles el ánimo que necesitan. A veces, esto implica proporcionar consuelo y apoyo. Sin embargo, en otras ocasiones, debemos fortalecer sus almas exhortándolos a permanecer firmes en la fe. Como dice Hechos 14:22, "es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios".
Preguntas Frecuentes
¿Por qué es esencial la resistencia para los cristianos?
Porque la vida cristiana está llena de desafíos y pruebas, y la resistencia nos ayuda a perseverar y obtener la victoria en Cristo (Mateo 7:14, 1 Pedro 4:12).
¿Cómo se desarrolla la resistencia?
A través de la disciplina y la perseverancia en las pruebas y el sufrimiento (Hebreos 12:11).
¿Cómo debemos responder a las pruebas?
Debemos recibirlas como una disciplina amorosa de Dios, diseñada para santificarnos y ayudarnos a compartir su santidad (Hebreos 12:3-11).
¿Cuál es el propósito final de la resistencia?
Recibir la promesa de vida eterna y gozo en la presencia de Dios (Hebreos 10:36, Salmo 16:11).
¿Cómo podemos animarnos unos a otros en las pruebas?
Dándonos palabras de consuelo y aliento, recordándonos la promesa de Dios y fortaleciéndonos para continuar en la fe (Hebreos 12:2, Romanos 5:3).
¿Qué debemos hacer cuando nos sentimos desanimados o tentados a rendirnos?
Debemos recordar el ejemplo de Cristo y perseverar en la fe, sabiendo que la resistencia nos conducirá a la vida (2 Timoteo 2:3, Lucas 21:19).