¿Por qué abrazar la elección incondicional? Un llamado a la fe

1. La verdad inquebrantable

La elección incondicional es un pilar inamovible de la verdad bíblica. No se basa en méritos o buenas obras, sino en la gracia soberana de Dios. Como afirman las Escrituras, "no todos los descendientes de Israel pertenecen a Israel" (Romanos 9:6). En cambio, Dios ha elegido eternamente a los suyos, no por sus acciones, sino por su misericordia.

2. Una proclamación audaz en un mundo hostil

La elección incondicional nos libera del temor en nuestra proclamación del Evangelio. Si Dios está con nosotros, ¿quién puede estar contra nosotros? (Romanos 8:31). Ante la oposición, podemos confiar en que la elección de Dios asegura el triunfo de su gracia.

3. La humildad y la gratitud

La elección incondicional nos invita a la humildad. No debemos jactarnos de nuestras virtudes, sino reconocer que "Dios eligió lo necio del mundo para avergonzar a los sabios" (1 Corintios 1:27). Nuestra salvación es un don inmerecido, un testimonio del amor y la misericordia de Dios.

4. El poder del perdón

La elección incondicional nos inspira a la compasión, la bondad y el perdón. Como "los elegidos de Dios, santos y amados" (Colosenses 3:12), debemos reflejar la gracia que hemos recibido. Al perdonar a los demás, testificamos del poder transformador de Dios.

5. Una esperanza para los desesperados

La elección incondicional ofrece esperanza a aquellos que se sienten abrumados por sus pecados. Les recordamos que Dios los eligió antes de la fundación del mundo, no por su bondad, sino por su gracia. Esta verdad puede disipar la desesperación y conducirlos a la salvación a través de la fe en Jesucristo.

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Preguntas Frecuentes

¿Qué es la elección incondicional?

Es la decisión libre de Dios antes de la creación, no basada en una fe prevista, de a quiénes otorgará fe, arrepentimiento, perdón y adopción en su familia eterna.

¿Por qué abrazar la elección incondicional?

  • Es verdadera: Está fundamentada en las Escrituras, particularmente en Romanos 9.
  • Nos hace intrépidos: Si Dios está de nuestra parte, no podemos temer a nadie.
  • Nos hace humildes: Dios eligió a los insignificantes para avergonzar a los sabios, para que nadie se jacte ante Dios.
  • Incentiva la compasión y el perdón: Los elegidos son llamados a ser compasivos, amables y perdonadores.
  • Evita la desesperación: Dios eligió a quienes salvaría antes de la fundación del mundo, independientemente de sus méritos o pecados.

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