¡El Espíritu de la Primavera! Preparándonos para la Transformación
El Despertar de la Vida
La primavera es el surgimiento de la vida latente bajo el calor del sol y la humedad de la nieve derretida. ¿Has percibido la fragancia de la primavera que llega a nosotros? ¿No está el calor del favor de Dios comenzando a despertar la vida latente en nuestra iglesia? ¿No está el Dios de la esperanza a punto de cumplirnos esta promesa?
"Porque derramaré agua sobre la tierra sedienta y corrientes sobre la tierra seca; derramaré mi Espíritu sobre tu descendencia y mi bendición sobre tus descendientes. Brotarán entre la hierba como sauces junto a corrientes de agua". (Isaías 44:3-4)
El Papel del Espíritu Santo
Tanto en la naturaleza como en la iglesia, la primavera es un regalo de Dios. Nadie puede detener la llegada de la primavera cuando Dios ha fijado su tiempo. Y nadie puede producir la vida de la primavera a menos que Dios la envíe. (Nuestros corazones conocen la diferencia entre la primavera universal y las gladiolas de invernadero).
"El Espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada" (Juan 6:63). Si vamos a experimentar un brote de vida primaveral en nuestra iglesia, será "No con poder ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dice el Señor de los ejércitos" (Zacarías 4:6).
El Plan de los Próximos Domingos
Por lo tanto, puesto que amo la vida y la primavera es mi estación favorita, planeo predicar sobre el Espíritu Santo durante los próximos cuatro domingos por la mañana. ¿Qué significa nacer del Espíritu (Juan 3:5), caminar en el Espíritu (Gálatas 5:16), ser bautizados (1 Corintios 12:13) y llenos (Efesios 5:18) del Espíritu, y usar los dones del Espíritu (Hebreos 2:4)?
Nuestra Oración y Expectativa
Pero no solo predicaré sobre él. Hablaré con él. Hablaremos con él. Él está aquí ahora, y viene hacia nosotros con el poder de la primavera. Tomaremos fuerzas de su presencia para suplicar su abundancia. El Espíritu es como un océano de amor. La mayoría de nosotros todavía estamos vadeando a lo largo de la orilla. ¡Oremos juntos para que una gran ola nos derribe (carne) y la gran resaca de la gracia nos lleve a las profundidades!
¿Cómo podemos prepararnos para la primavera durante los próximos cuatro domingos?
- Centrándonos en el Espíritu Santo y sus obras en nuestras vidas.
- Hablando con el Espíritu Santo en oración, pidiendo su abundancia.
- Reconociendo la presencia del Espíritu Santo y su poder para transformar nuestras vidas.
- Pidiendo que el Espíritu Santo nos sumerja en su gracia y nos permita experimentar su plenitud.