¡El anhelo ferviente por los dones espirituales!
¿Por qué debemos anhelarlos fervientemente?
La Biblia nos instruye a "anhelar fervientemente los dones espirituales" (1 Corintios 12:31). Como cristianos, es esencial obedecer este mandato porque:
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Dios nos los ordena: Al igual que el amor, anhelar los dones espirituales es un imperativo del Espíritu Santo. Ambos son cruciales para nuestra vida cristiana.
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Nos ayudan a amarnos unos a otros: Los dones espirituales no son para nuestro beneficio personal, sino para servir a los demás. Nos permiten expresar el amor de Cristo a través de acciones prácticas.
¿Cómo anhelar fervientemente los dones espirituales?
El anhelo ferviente se manifiesta a través de:
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Estudiar la Biblia: Sumergirnos en 1 Corintios 12-14, Romanos 12 y Efesios 4 nos ayuda a comprender la importancia y el funcionamiento de los dones espirituales.
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Orar: La oración sincera expresa nuestro anhelo por los dones espirituales y nuestra dependencia del poder del Espíritu Santo.
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Consumir enseñanzas sólidas: Buscar recursos de maestros experimentados en dones espirituales alimenta nuestro deseo e incrementa nuestro conocimiento.
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Atender las necesidades: El uso de los dones espirituales debe centrarse en satisfacer las necesidades de los demás. Al salir de nuestra zona de confort para ayudar a otros, abrimos el camino a la gracia de Dios.
¿Por qué debemos desear fervientemente los dones espirituales?
Los dones espirituales se dan para ayudar a la iglesia a amarse unos a otros y para empoderar la misión de evangelizar el mundo.
¿Cómo debemos perseguir los dones espirituales?
Deseando fervientemente los dones (1 Corintios 12:31; 14:1), sumergiéndose en las Escrituras (1 Corintios 12-14, Romanos 12, Efesios 4), orando, consumiendo enseñanzas sólidas y testimonios, y satisfaciendo necesidades.
