Cómo encontrar alegría en Cristo cuando la vida es una carga interminable

La fortaleza de Dios: protección y refugio

Cuando la vida parece abrumadora, es esencial recordar que Dios nos ha rodeado con una fortaleza protectora. Esta fortaleza representa los límites que ha establecido para nuestra vida como esposos y padres. Dentro de estos muros, estamos protegidos de la destrucción y la desesperación.

El trabajo de Dios dentro de la fortaleza

Dentro de esta fortaleza, Dios está obrando activamente en nuestras vidas. Nos ha elegido desde antes de la fundación del mundo para ser sus hijos e hijas. Nos ha predestinado a ser conformados a la imagen de Jesucristo, nuestro Salvador.

Además, Dios nos ha llamado de las tinieblas a la luz, otorgándonos fe y el Espíritu Santo. Hemos sido perdonados de todos nuestros pecados y aceptados para siempre por Dios. Su Espíritu mora en nosotros, dándonos poder y guía.

Promesas de Dios para nuestra esperanza

No estamos solos en nuestras luchas. Dios nos ha dado promesas inquebrantables en su Palabra. Ha prometido fortalecernos, ayudarnos y sostenernos en todo momento. Él hará que todas las dificultades redunden para nuestro bien.

Dios nos ha prometido no retener ningún bien de nosotros. Incluso en nuestras circunstancias más abrumadoras, su mano amorosa está obrando. Él puede hacer que toda gracia abunde en nosotros, dándonos la fuerza y la alegría para enfrentar cualquier desafío.

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedo amar a mi familia como Dios quiere?

Dios ha establecido límites claros para tu vida como esposo y padre. Debes permanecer fiel a tu pacto matrimonial y cuidar de tus hijos. Estos límites son protectores y te ayudan a enfocarte en tus responsabilidades.

¿Cómo puedo encontrar paz y alegría a pesar de las dificultades?

Dios está trabajando dentro de los límites que ha establecido para ti, brindándote la fortaleza, la ayuda y el consuelo que necesitas. Confía en sus promesas y vive en la esperanza de la gloria eterna.

¿Qué promesas me ha dado Dios en su Palabra?

Dios te ha prometido incontables bendiciones, entre ellas:
- Fortaleza, ayuda y apoyo
- El propósito de todas las dificultades para tu bien
- La capacitación para agradarle y obedecerle
- La provisión de todo lo bueno
- La gracia abundante para realizar cualquier tarea que te encomiende

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