¡Libérate del pecado habitual!
El secreto revelado
¿Por qué seguimos cayendo en el mismo pecado una y otra vez? La respuesta radica en nuestra creencia de que la santidad no nos hará más felices que ceder a la tentación. En el fondo, la raíz del pecado habitual no es la falta de autocontrol, sino la búsqueda de la felicidad.
Pecado: una verdad sencilla
El pecado es sencillo en esencia, a pesar de las complejidades que crea. Es un acto de desobediencia a Dios motivado por la creencia de que dicho acto nos traerá más felicidad que obedecer. Cada pecado, ya sea visible o secreto, es una manifestación de esta creencia.
La trampa de la falsa promesa
Como Adán y Eva en el jardín del Edén, somos engañados por las promesas de Satanás de mayor felicidad. Creemos que la desobediencia nos dará lo que anhelamos, aunque sepamos que es moralmente incorrecto.
El poder de la verdad
La liberación del pecado habitual comienza por reconocer las falsas promesas de Satanás y abrazar las promesas superiores de Dios. Debemos confiar en que Dios es la fuente de la verdadera y duradera felicidad.
Pasos para romper las cadenas
- Examina tus creencias: Identifica las promesas satánicas que has creído y las mejores promesas de Dios que has ignorado.
- Renuncia a las mentiras: Arrepiente de haber confiado en las mentiras de Satanás.
- Confía en las promesas de Dios: Obedece a Dios y experimenta el poder de Sus promesas.
Una batalla continua
El camino hacia la libertad puede ser difícil, ya que las falsas creencias están profundamente arraigadas. Sin embargo, cuanto más convencido estés de que Dios es la fuente de tu verdadera felicidad, más resuelto estarás en luchar por ella, y con el tiempo, la batalla se volverá más sencilla.
Preguntas Frecuentes
¿Por qué seguimos cayendo en el mismo pecado?
Porque no creemos que la santidad nos hará más felices que ceder al pecado. En el fondo, la batalla no es por el autocontrol, sino por la felicidad.
¿Por qué es simple el pecado?
El pecado es simple en su esencia: consiste en desobedecer a Dios en la creencia de que nos traerá mayor felicidad que obedecerle.
¿Cómo nos liberamos del pecado habitual?
El secreto está en examinar qué promesas satánicas hemos creído y compararlas con las mejores promesas de Dios. Debemos renunciar a las mentiras, arrepentirnos y ejercer fe en las promesas de Dios obedeciéndole.
¿Es fácil liberarse del pecado?
No es fácil, ya que las creencias falsas pueden haber dado forma a nuestras percepciones y comportamientos. Se necesita tiempo y esfuerzo para cambiarlas. Sin embargo, cuanto más convencidos estemos de que Dios es la fuente de todas las alegrías superiores, más decididos estaremos a luchar por ellas, y más fácil se volverá la lucha con el tiempo.