¿Enfrentas la adversidad con dudas y temores? ¡Confía en Dios!
¡Dios, mi escudo y mi gloria!
A pesar de las adversidades que me rodean, oh Señor, confío en ti. Eres mi escudo y mi gloria, el que levanta mi cabeza en alto. Cuando la duda me asalta, recurro a ti, y tu presencia me fortalece.
La oración de confianza en Dios
Elevo mi voz a ti, Señor, y desde tu santo monte me respondes. Me acuesto y duermo tranquilo, porque tu mano me sostiene. No temeré a los que me ataquen, aunque sean miles.
Dios, mi libertador
Levántate, oh Señor, y líbrame. Quebranta las mandíbulas de mis enemigos y destroza los dientes de los impíos. De ti viene la salvación, y tu bendición desciende sobre tu pueblo.
Un corazón lleno de confianza
En medio de la tormenta, encuentro refugio en tu amor. Mi confianza en ti es inquebrantable. Sé que no me abandonarás y que, a través de tu poder, superaré cualquier obstáculo.
La victoria es segura
Gracias, Señor, por tu fidelidad y tu protección. Confío en ti para que guíes mis pasos y me lleves a la victoria. Que tu nombre sea glorificado en mi vida. Amén.
Preguntas Frecuentes sobre la Oración Matutina de Confianza en Dios
¿Por qué se siente el salmista rodeado de enemigos?
El salmista expresa la sensación de estar rodeado de adversarios que dudan de la protección de Dios (versículo 1).
¿Cómo responde Dios a la situación del salmista?
Dios es un escudo, una gloria y un elevador para el salmista, brindándole apoyo y protección (versículo 3).
¿Cómo se manifiesta la confianza del salmista en Dios?
El salmista confía en Dios respondiendo a sus oraciones desde su santo monte (versículo 4) y sosteniéndolo en todos los momentos (versículo 5).
¿Qué pide el salmista a Dios?
El salmista pide liberación, justicia contra sus enemigos y que Dios golpee sus mandíbulas (versículo 7).
¿Cuál es la fuente de la liberación y la bendición?
La liberación y la bendición provienen del Señor (versículo 8).