El poder de la atención: lo que contemplas, te moldea

Nuestro comportamiento y forma de ser están estrechamente ligados a aquello que absorbemos a través de nuestra atención. Las cosas que nos cautivan influyen profundamente en nuestra transformación. Somos como arcilla moldeable, adaptándonos a lo que más nos atrae. Por ello, lo que observamos nos define, para bien o para mal.

La gloria de Dios: un camino hacia la santidad

En 2 Corintios 3:18, la Biblia nos enseña que “todos nosotros, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen, de gloria en gloria”. Contemplar la gloria de Dios nos transforma, permitiéndonos asimilar su forma de pensar, ver, sentir y evaluar. Al contemplar su gloria, nos distanciamos de aquello que le desagrada.

Avanzando hacia la imagen de Cristo

La santidad que recibimos al contemplar la gloria de Dios es un proceso gradual. No ocurre de la noche a la mañana, sino progresivamente, “de gloria en gloria”. A medida que nos enfocamos en Cristo, avanzamos hacia su imagen.

La importancia del enfoque: el mundo frente a Dios

El apóstol Pablo nos advierte en 2 Corintios 4:16-18 que no debemos conformarnos con el mundo, sino renovarnos diariamente al centrar nuestra atención en lo eterno y espiritual. Nos recuerda que “las cosas visibles son temporales, pero las invisibles son eternas”.

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Observa a Jesús: un antídoto para la debilidad y el fracaso

Para experimentar la renovación y la santidad, debemos priorizar la contemplación de Jesús y su gloria. Al hacerlo, nuestros pensamientos, sentimientos y acciones se alinearán con los suyos. Al observar el mundo, corremos el riesgo de asimilar sus valores y debilitarnos ante las tentaciones.

Una guía para la transformación: contempla a Jesús

¿Anhelas la santidad y la renovación? El camino a seguir es centrarte en Jesús. Dedica tiempo a leer la Biblia, a contemplar su vida y enseñanzas, y a buscar su presencia en tu vida. Al hacerlo, experimentarás una transformación fundamental que te alineará con la imagen de Cristo.

¿Cómo nos afecta lo que miramos?

Según el texto, “nos convertimos en lo que contemplamos”. Lo que centramos nuestra atención da forma a quiénes somos y en quiénes nos convertimos.

¿Por qué es importante contemplar la gloria de Dios?

Contemplar la gloria de Dios nos transforma gradualmente a Su imagen. Al enfocarnos en Su santidad, empezamos a pensar, ver, sentir y evaluar como Él.

¿Cómo podemos ser renovados diariamente?

La renovación diaria proviene de mirar hacia Dios y las cosas eternas, en lugar de centrarnos en las cosas temporales de este mundo.

¿Qué papel juega la exposición a los medios en nuestro crecimiento espiritual?

Si pasamos demasiado tiempo consumiendo medios mundanos, puede dificultar nuestro crecimiento espiritual y llevarnos a la debilidad y el fracaso en las tentaciones.

¿Qué recomienda el texto para el crecimiento espiritual?

El texto recomienda centrarse en Jesucristo, su gloria y sabiduría espiritual. Esto implica dedicar tiempo a leer la Biblia, ver medios edificantes y participar en actividades que fomenten la comunión con Dios.

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